Rochow y el método directo
El método de Grignard tenía muchas limitaciones y era extremadamente laborioso y largo, además de que, en ocasiones peligroso, además uno de los componentes que eran necesarios para realizar la reacción de Grignard eran los catalizadores de magnesio.
En la época el suministro de magnesio en Estados Unidos estaba controlado por Dow Chemical Co. siendo el magnesio tan determinante para poder sintetizar siliconas, no es de extrañar que Corning Glass acudiera a Dow Chemical para realizar esta asociación.
Siendo la síntesis de Grignard tan extremadamente difícil y caro, además no teniendo General Electric acceso al magnesio de Dow Chemical, el proyecto siliconas de General Electric parecía totalmente abordado al fracaso. A menos, que se descubriera un nuevo método para sintetizar siliconas.
Por suerte General Electric había contratado en 1935 a un químico orgánico graduado de Cornell llamado Eugene G. Rochow. Durante los primeros años Rochow no se había dedicado al estudio de las siliconas, es más nadie en General Electric se había planteado investigar sobre las siliconas.
En 1938 se produjo la visita de General Electric a Corning, tras esta visita Patnode le sugirió a Rochow que empezará a investigar sobre las siliconas que Corning estaba desarrollando.
Rochow estuvo desde 1938 hasta 1940 trabajando en el proyecto siliconas, donde tuvo diversos avances, pero en el año 1940 el proyecto prácticamente se canceló, ante la imposibilidad de conseguir que la síntesis de las siliconas fuese viable económicamente para General Electric.
Durante el año 1940 Rochow fue apartado prácticamente del desarrollo de silicona a nivel profesional, solo consiguió que se le concediera un 10 por ciento del tiempo de su trabajo para poder seguir investigando con siliconas.
La dedicación de Rochow durante los siguientes meses, se basó en intentar idear un método para poder sintetizar siliconas de una forma alternativa a cómo lo había hecho Kipping y los hombres de Corning.
En su búsqueda Rochow en los primeros momentos no tuvo ningún tipo de resultados, así que decidió volver a los conceptos básicos, en esta búsqueda consulto bibliografía escrita por Alfred Stock de quién había sido asistente en Cornell, durante el año en el que Stock estuvo impartiendo clases en la universidad estadounidense.
Inspirado por su trabajo intento empezó sintetizado triclorosilano, mediante la reacción del HCl en estado gaseoso con Silicio pasándolo a través de un tubo caliente que contenía ferrosilicio:
7HCl + 2Si ————– HSiCl3 + SiCl4 + 3H2
Posteriormente probo a convertir el HSiCl3 a CH3SiCl3, pero en un primer momento no obtuvo resultados, hasta que se lo ocurrió pasar por el tubo cloruro de hidrógeno (HCl), y cloruro de metil (CH3Cl) y posteriormente disolver el producto en éter e hidrolizarlo.
El 10 de mayo de 1940, siguiendo esta línea experimental consiguió sintetizar siliconas de una forma alternativa y sin usar un catalizador de magnesio, siendo este el día más importante para la industria de las siliconas, el motivo por el que tenemos siliconas, y por consecuencia la razón por la que estamos escribiendo este artículo y hayamos iniciado esta aventura.
Posteriormente a este descubrimiento se creó una pequeña planta piloto en el seno de General Electrics, y empezaron en el negocio de las siliconas. Actualmente en los libros más contemporáneos de General Electric, no aparece ninguna mención a las siliconas ¿por qué es debido?
El líder del mercado en el negocio de las siliconas durante el siglo XX, en los Estados Unidos y buena parte del mundo fue Dow Corning, ya que a pesar de que General Electric había descubierto el método de síntesis directa, cedió el método a Dow Corning a cambio de poder tener acceso al resto de sus patentes.
Este hecho unido a la pronta comercialización de las siliconas por parte de Dow Corning, una mejor estrategia de marketing y una mayor adaptabilidad tras la segunda guerra mundial, permitió que Dow Corning fuese empresa líder en el sector, mientras que la contribución de General Electric haya quedado prácticamente en el olvido.
Bibliografía
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Liebhafsky, H. A. (1978). Silicones under the monogram: A story of industrial research. New York: Jonh Wiley and Sons
Rochow, E. G. (1945). Direct Synthesis of Organosilicon Compounds. Journal of the American Chemical Sociey, 67, 963.
Rochow, E. G. (1987). Silicone and SIlicones: About Stone – age Tools, Antique Pottery, Modern Ceramics, Computes, Space Materials and How They All Got That Way. Berlin Heidelberg: Springer – Verlag.
Rochow, E. G. (24 de enero de 1995). Oral history interview with Eugene G. Rochow. (J. J. Bohning, Entrevistador)
Seyfterh, D. (2001). Dimethyldichlorosilane and the Direct Synthesis of Methylchlorosilanes. The Key to the Silicones Industry. Organometallics, 20, 4978 – 4992
Warrick, E. L. (16 de enero de 1986). Oral history interview with Earl L. Warrick. (J. J. Bohning, Entrevistador)
Warrick, E. L. (1990). Forty Years of Firsts: The Recollections of a Dow Corning Pioneer. New York: McGraw-Hill Publishing Company.
Figura 1: Rochow con el aparato con el que descubrió la síntesis directa (Seyferth, 2001, p. 4987)
Figura 2: el profesor Rochow durante una de sus clases en Harvard (Seyferth, 2001, p. 4987)